viernes, 5 de febrero de 2016

Silvio Rodríguez

Siempre llega el enanito
con sus herramientas
de aflojar los odios y apretar amores.
Siempre llega el enanito,
con afán risueño de enmendar lo roto.
Siempre,apartando piedras de aquí,
basura de allá ,haciendo labor.
Siempre va esta personita feliz 
trocando lo sucio en oro.
Siempre,llega hasta el salón principal,
donde está el motor que mueve la luz.
Y siempre allí hace su tarea mejor,
el <<reparador de sueños>>.
Siempre llega el enanito
y desde esa hora se acaba el silencio
y aparece el trino.

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